El Auditorio Joan Cererols del Centro Cultural acoge la clausura del Taller de cortometrajes impulsado por la Regidoria de Joventut. Este año los temas a trabajar en los cortometrajes han sido las drogas, la sexualidad, la diversidad y la autoestima. Han participado los alumnos y alumnas del PTT Vendes, el INS Maria Canela, la escuela La Mercè, el PTT de electromecánica, la UEC Martorell, el CEE El Pontarró, el Instituto Joan Oró (con dos grupos) y el Centro de Formación de Adultos. El acto fue presentado por el coordinador de la Regidoria de joventut, quien pasó la palabra al responsable de los talleres Fran Marisei, colaborador de la empresa CEINA, que dio el pistoletazo de salida a las proyecciones. Al acto asistieron un centenar largo de personas, entre alumnos, familiares e interesados en el proyecto.
El objetivo del Taller de cortometrajes es facilitar el trabajo preventivo y educativo con grupos de jóvenes en torno a temas de interés para la Concejalía de Juventud, muchas de las cuales coinciden con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Europa, así como la prevención de conductas de riesgo en sentido amplio. Aunque la propuesta siempre se adapta a los intereses y necesidades de cada grupo/clase.
La realización íntegra de un cortometraje por parte de los estudiantes les permite acercarse y experimentar el lenguaje audiovisual de forma práctica y trabajar de esta manera el tema elegido para que los jóvenes estudiantes puedan expresar con su lenguaje esta temática.
Durante un tiempo las aulas se convierten en plató de rodaje, sala de maquillaje y cabina de montaje. Los alumnos son los protagonistas de crear el guión, la filmación y el montaje final de los cortos. Los talleres se realizan con la estrecha colaboración de centros y profesorado, así como entidades y expertos que dan soporte activo al proyecto.
El formato especial del proyecto presenta dos aportaciones claras: por un lado la adquisición de los aprendizajes técnicos, introducción al lenguaje y descubrimiento del mundo audiovisual, y por el otro se aprovecha de la atracción que ésta genera en el alumnado, por añadir motivación en la investigación de la temática escogida.
El lenguaje audiovisual es idóneo para trabajar proyectos de sensibilización porque gusta a los jóvenes, es estimulante y novedoso, fomenta el trabajo en grupo, la participación y la experimentación de emociones porque te obliga a ponerte “en la piel del otro”. Los alumnos tendrán que investigar, hablar con expertos, buscar información, trabajarla y elaborarla en imágenes para explicar la temática, a su manera.
