La tecnología crea empleo, y mucha. Como hemos visto, esta ni se crea ni se destruye, sigue el principio de la materia: se transforma. El empleo pasa de unos perfiles a otros dependiendo de la sociedad y de las tecnologías que conviven. Sólo tenemos que preocuparnos porque, en esta transformación del empleo, nadie quede excluido.